El buen uso satisfactorio del tiempo, como las demás cosas importantes de la vida, no se enseña en el colegio. Como tampoco por lo demás a pensar, amar, conocerse y cambiar... emplear bien el dinero... morir. En eso todos somos autodidactas.
 Ante ese recurso esencial no renovable, fraccionado de segundos a siglos llamado tiempo, están quienes lo malgastan, y otros dicen que les sobra y no saben qué hacer con él.
Se ha dicho que es durante la infancia cuando la relación con el tiempo se vive de manera más profunda, natural e íntima.Con las horas las cosas cambian. Sin duda las prioridades las pone cada uno y la mala organización hace que muchos sueños queden en el camino. También la incapacidad para decir no en medio de intereses dispersos.
Sea como sea, el método que ordena eso que mide nuestras vidas es privativo.Lo importante es que le funcione a aquel que lo haya elegido en su día a día.
El gran economista Keynes se concentraba durante dos horas cada mañana para tomar sus decisiones importantes  y no volvía a pensar en ello durante el día, lo cual no suena mal. Porque la noción de tiempo como la de espacio se estructura progresivamente , y algo así ocurre con los proyectos cuando se trata de tomarse tiempo para dar, escuchar y también para reír, querer y dejarse querer.
Que quede claro que no sólo es cuestión de saber administrar. Aquí no siempre está el reloj de por medio. Es toda una conquista que da ventajas y frutos seguros la de llegar a saber dominar el tiempo -como el título de la obra de una famosa académica-  «el tiempo, gran escultor».
Disponer de conciencia de proceso para llegar a un resultado nos puede llevar a elegir mejor y a enfrentar un desafío de planificación y programación de un tiempo creador para los amigos y para un norte bien definido.
A la hora de organizar mis horarios llevo años asomándome cada semana a los «15 tiempos para vivir ( enumerados sin orden jerárquico)» de un influyente editor europeo de actualidad económica en su día. Aquí van. Los invito a conectarlos con sus vidas.
1. Para el cuerpo 2. Para el ocio 3. Para el placer 4.Para el consumo 5.Para viajar 6.Para descansar  7.Para el amor ( todavía no existe la ternura en píldoras ni la intimidad en fichas) 8.Para los demás 9.Para la familia 10.Para leer 11.Para aprender 12.Para crear 13.Para meditar 14.Para la regresión ( todos nosotros llevamos adentro un niño que nos juega malas pasadas si lo reprimimos constantemente) 15. Para la soledad.
 Merecerá la pena. Estoy segura.