Fue un gran encuentro con el corazón del ser soriano, el de la diáspora que emigró y supo con esfuerzo y visión, laboriosidad y ansia de superación construir su vida en Argentina. Con raíces fuertes y significados compartidos los sorianos del Centro Soriano Numancia de Buenos Aires -sus hijos, nietos y bisnietos- abrazaron al gran Abel Antón, celebrando mucho más que los hitos impares del atleta de élite.
Durante sus días en la capital argentina recreamos nuestros 'Lazos Sorianos' y capturamos imágenes que ensancharon nuestro acervo familiar con más ganas de Soria aun. La fortaleza soriana se refleja en la vieja amistad entre Soria y Buenos Aires. Abel cuenta con creces con ese don y sabe de motivación y de valores deportivos. Su misión como maratoniano, dos veces campeón del Mundo (Atenas 1997 y Sevilla 1999) con un claro propósito de vida ha sabido despertar emociones. Orgullo para España y para Soria -allí y aquí- suscita inspiración en los jóvenes y en los que ya no lo son tanto. En su nutrida agenda destacó la Embajada de España, donde hizo docencia con su testimonio de líder positivo y respondiendo a inquietudes de alumnos del Colegio Español de Rosario, desde la Consejería de Educación en Buenos Aires, dialogando también con representantes del mundo del deporte nacional. ¿Qué pasa por la cabeza de un corredor? Como prepararse para afrontar un maratón? En su celebre 'Numancia' -órgano de comunicación del entonces Centro Numancia- se leía que «el soriano sabe lo que es, lo que vale, lo que quiere y lo que puede». Abel Antón ha demostrado con creces saberlo desde su temprana edad en Ojuel, y ya en la Alameda de Cervantes, donde comenzó a cultivar la disciplina desde la que construiría su exitosa carrera. Comenzó a los 13 y hasta los 17 ganó sin entrenamiento, y hasta su retiro en Madrid hace veintidós años disfrutó compitiendo, pensando en cosas positivas, cuando bien sabía que entre el kilómetro 30 y el 35 llegaba la hora de la verdad.
Muchas veces lleva tiempo descubrir para lo que uno es. Solo hay que estar atento. Y él lo estuvo, convencido y concentrado, con la mejor energía y buena cabeza en cada escenario en el que fue forjando su gran historia con sentido de pertenencia castellana. Cierto es que encontró una gran compañera de ruta en Belén Corredor, encantadora dama de Tardelcuende, con quién brindo por su 33º aniversario de boda al comenzar la primavera en Argentina. Hoy que los africanos dominan el maratón en el mundo, un soriano singular tomó dimensión excepcional como embajador del Maratón internacional de Buenos Aires en su 40º edición organizada por la Asociación de Carreras y Maratones Ñandu. Aquí nos obsequió un gran mensaje y horas valiosas que atesoramos con cariño soriano porteño.