Antonio Pérez Henares

LA MAREA

Antonio Pérez Henares

Escritor y periodista. Analista político


Una campaña electoral de dos años

28/01/2025

Son varias las voces que en estos últimos días señalan que Pedro Sánchez no tardará en convocar elecciones. Puedo equivocarme, pero me temo que no. No lo hará. Todos sus movimientos indican lo contrario. Se aferrará con uñas y dientes al poder y sabe que si en este momento va a las urnas lo perdería. Y por ello va a emplear todo cuanto tenga en sus manos, comprar el tiempo que cree necesitar y al precio que sea y sin importarle nada de lo que pueda destruir con tal de aguantar.
Para ello tiene un partido que aceptará y jaleará lo que le dicte, sin rechistar, pues tanto ellos como él están en un mismo barco. Si pierde el sillón, ni de Sánchez, ni de toda la parva de ministros y colocados designados tanto para cargos en el gobierno como en el partido, ahora ya haciendo dobletes incluso, no quedarían ni las raspas. Y muchos de ellos no tienen fuera de la política lugar alguno al que ir.
Pero es más importante aún el que quienes son sus socios y aliados, en un vínculo de mutuo parasitismo, no le van a hacer caer. Bajo ningún concepto. Esa es la línea que ni los separatistas catalanes, menos aún Bildu, ni PNV, ni la tropa desbaratada de Sumar, van a cruzar. Porque si la cruzan, perderían su influencia, su poder y su capacidad de esquilmar, una situación que no iban a volver a tener. Porque Sánchez, su debilidad y su ansia desesperada de mantenerse en el poder es lo mejor que ha podido pasarles nunca y no lo van a dejar escapar. Pueden apretarle, tenerlo en un sin vivir pero jamás van a votar una moción de censura o llevar tan al extremo la situación que lo haga caer. Sánchez pagará, pagará y pagará lo que sea preciso pagar. Ya ha demostrado que no tiene empacho alguno en hacerlo sea en dinero, sea en privilegios, sea en leyes que retuerzan la Constitución. Lo que sea menester se lo dará.
La oposición, Feijóo y Abascal, deben enterarse de una vez de con quién se están jugando los cuartos y España su futuro democrático. La batalla va a ser terrible, áspera, continua, sin tregua y dispuesta a mantener durante años y hasta el final. Sánchez la va a dar con ferocidad creciente, utilizando todas sus armas con total desvergüenza. Lo hará con los medios de comunicación bajo control o sometidos a su voluntad y con la presión y la amenaza contra quienes se resistan y se rebelen. El ataque contra el Poder Judicial se va a recrudecer cada día más y la utilización como ariete de "su" Tribunal Constitucional se va a convertir en algo cotidiano y generalizado para yugular o absolver según su interés. Nada de "morir matando" sino "matar para sobrevivir él"
Que no se engañe nadie. Eso es lo que hay y lo que va a haber.
Por ello harían, no solo bien, sino que tienen la obligación y la necesidad de hacerlo, tanto el líder del PP como el Vox, lo que el lúcido Espinosa de los Monteros, les ha señalado: Hablar del asunto, a calzón quitado y de una puñetera vez actuar, por separado, sí pero con un objetivo común. Porque si eso no lo tienen claro, están apañados. Porque Sánchez sí lo tiene y lo que ya ha comenzado es una campaña electoral a dos años vista. Mejor que se pongan al tajo ellos también.