Charo Zarzalejos

CRÓNICA POLÍTICA

Charo Zarzalejos

Periodista


Ni contigo ni sin tí

24/01/2025

"Ni contigo ni sin ti tienen mis penas arreglo", podrían canturrear el PSOE y el Gobierno al PP, una vez que la mayoría de investidura, el miércoles, sufrió un varapalo que, en el fondo , no esperaban por aquello de que no se atreverán. No se atreverá Junts porque es, dicen, un partido veleta, ni el PP porque "no pueden asumir el desgaste de negarse a la revalorización de las pensiones". Lo cierto es que ambos se atrevieron.
En Génova se tenía asumido que aun cuando el fallo real ha sido el de la mayoría de investidura, ellos, los populares, iban a ser presentados como únicos responsables de que, en estos momentos, la revalorización de las pensiones o las ayudas al transporte. Pero el PP ha asumido ese riesgo después de que durante semanas haya estado esperando una llamada del Gobierno para intentar un acuerdo. Llamada que no se produjo ni se ha producido en ningún momento de la presente legislatura. Para el Gobierno, el PP no existe, que es tanto como ignorar a los millones de españoles que le votaron.
La insistencia, ya prevista, de poner en la diana de la crítica al PP no deja de ser una manifestación de clara debilidad. Vienen a decir los socialistas que si Feijóo no les apoya, todo está en riesgo. Y no les falta razón. Ante la crisis de fondo por la que atraviesa la mayoría de investidura, solo el PP puede salvar al Gobierno en sus pretensiones legislativas. Con el PP no quiere y, sin ellos, están condenados a bailar en el alambre de manera permanente.
Es verdad que el PP asume el riesgo de que su posición no sea entendida por muchos ciudadanos, pero no es menos cierto que el primer partido de España ha sido condenado por el Gobierno casi al ostracismo. Prueba de ello son las iniciativas parlamentarias que ni se han discutido porque previamente han sido rechazadas por la Mesa del Congreso, casi por sistema.
Mientras el Gobierno la goza poniendo al PP como el malísimo de la película, es llamativo, pero no novedoso, el cuidado, el mimo con el que se trata a Junts: visitas a Waterloo, probable reunión en Suiza y pasando de puntillas por el durísimo discurso de la portavoz independentista. El Gobierno no escatima esfuerzos ni viajes para atraer a Junts. ¿Cree que el PP puede comportarse como si nada ocurriera cuando se le excluye de un mínimo esfuerzo?. Pensaron que no se atrevería, pero se han atrevido. El PP deberá asumir el posible coste de su decisión y el Gobierno aceptar que así no se trata al primer partido de España, que cuando se está en minoría es de kamikazes lanzar un decreto de, nada menos, 101 páginas, cuando materia como la de las pensiones o las ayudas a Valencia, son asuntos que por sí solos merecían tratamiento específico.
El error garrafal del PP, a la hora de la comunicación, ha sido destacar como asunto muy grave el acuerdo con el PNV sobre el edificio parisino. Es un asunto viejo y de mínima trascedencia en el conjunto del decreto ómnibus. Lo que es grave es que el Presidente del Gobierno y con él su partido, falten seriamente a la institucionalidad que obliga, entre otras cosas, a tratar con una mínima cortesía al principal partido de la oposición, que además es el primer partido de España, aunque quien gobierne de manera legítima, sea el PSOE, segunda fuerza en las últimas elecciones.
El Presidente del Gobierno no va a convocar elecciones, al menos a corto plazo. Seguirá en Moncloa pero haría bien en reflexionar sobre el rumbo de los acontecimientos. Debería suavizar el famoso, somos más, porque todo apunta a que van siendo menos.