El último cuatrimestre del año se presenta intenso para la Mancomunidad de Tierras Altas. La entidad está a la espera de que se resuelvan las convocatorias de ayudas a las que se han presentado y aún no están resueltas. Y, además, concurrirán en septiembre a 'Experiencias Turismo España', del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo (fondos Next Generation), y lo harán con el proyecto de ámbito nacional sobre la trashumancia, iniciativa que trabajan junto a otros territorios como la Sierra de Albarracín (Teruel) y comarcas de Cataluña, Canarias o Extremadura en la que persiste esta tradición de desplazamiento del ganado, tanto de ovino como de vacuno. «Todos tenemos las mismas circunstancias. Se trata de crear un proyecto turístico en torno a la trashumancia y esa red nacional [Huella Trashumante] que nos une a todos. Tenemos socios transversales como la Fundación Oxígeno, Cesefor y la Asociación Trashumancia y Naturaleza. Perseguimos ese producto turístico, que va más allá, porque a partir del recurso de la trashumancia se desarrollan actividades como la transformación de la lana o de la leche con la elaboración de quesos», manifiesta la técnico de Desarrollo Local de la Mancomunidad de Tierras Altas, Raquel Soria.
Además de este proyecto, Raquel Soria recuerda que desde primeros de agosto la Mancomunidad de Tierras Altas cuenta con un técnico que se ocupa del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino, 'La Huella de la Trashumancia', concedido igualmente por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, dotado con casi tres millones de euros. «Hay que ver qué actuaciones se desarrollan en cada anualidad», refiere.
Asimismo, Raquel Soria pone de relieve «otro proyecto interesante», bajo el paraguas de las ayudas estatales dirigidas al turismo inteligente y sostenible. «Es un plan ambicioso. La convocatoria contempla una ayuda máxima de 500.000 euros, de forma que trabajaremos dos aspectos: por una parte, el desarrollo económico a partir de la agricultura y la ganadería, por ejemplo, con un programa de becas que fomenten la relación entre ganaderos a punto de jubilarse con estudiantes. Y, en segundo lugar, trabajar otro aspecto más social que tiene que ver con el economía de los cuidados», resume Soria. En este sentido, alude al envejecimiento de la comarca y plantea la posibilidad de sondear a los habitantes que en diez o quince años serán mayores para conocer cómo quieren envejecer, si prefieren residencias o complejos de viviendas con servicios comunes en la línea de otras iniciativas de 'cohousing' para la tercera edad.
Además, la Mancomunidad de Tierras Altas está volcada con otras acciones dirigidas a encontrar ocio alternativo para los jóvenes, con el fin de que aquellos estudiantes que entre semana se desplazan a la capital regresen sábados y domingos al pueblo y puedan atraer a amigos.
Por otra parte, la Mancomunidad cuenta con otro proyecto sobre comercio rural (presupuestado en 625.000 euros y que espera una ayuda de 500.000 euros) que, entre otras, cosas contempla obras de accesibilidad en la plaza de la Cosa en San Pedro Manrique y actuaciones en las dos tiendas que se han puesto en marcha en Villar del Río y Magaña. También se repartirán taquillas -parte de las mismas refrigeradas- por los pueblos de forma que los vecinos puedan hacer sus pedidos por teléfono y recogerlos en sus localidades. Para el reparto de las compras se adquirirá un vehículo isotermo.
En el mismo proyecto, en Oncala se pondrá en marcha un proyecto piloto de un pequeño supermercado al que se podrá acceder con un código, para lo que se creará una plataforma que relacionará a productores, comerciantes y consumidores.
Por último, la Mancomunidad también espera la resolución de otra convocatoria para replicar el modelo de comunidad energética de Castilfrío de la Sierra en los 16 municipios que conforman la entidad.