82 años del derribo del katiuska 'rojo' en Ágreda

Fernando Orte
-

El 24 de agosto de 1937, en plena Guerra Civil, un avión del ejército republicano era derribado tras ser alcanzado por un caza nacional cuando sobrevolaba la villa soriana, testigo de otros siniestros aéreos sucedidos en la cumbre del Moncayo

Este sábado 24 de agosto se cumplen 82 años del derribo de un avión republicano en un paraje de Ágreda. Ocurrió en 1937, en plena Guerra Civil, y fallecieron dos de sus tres tripulantes. Éste es uno de los siniestros aéreos ocurridos en el Moncayo y su entorno, tres de ellos en su cumbre donde todavía quedan restos de los aparatos accidentados.

Ocurrió cuando se dirigía con otro avión republicano hacia Soria, con la misión de bombardear el aeródromo. Pero varios cazas nacionales salieron al encuentro y fue alcanzado por uno de ellos, pilotado por un soldado italiano. La aeronave se incendió y cayó en el paraje de La Dehesilla de Ágreda, donde todavía hoy pueden encontrarse restos del fuselaje del katiuska. Dos de sus tripulantes fallecieron y un tercero fue arrestado por la Guardia Civil junto a las vías del tren.

Estos y otros datos los recoge el libro 'Los aviones del Moncayo', escrito por Michel Lozares con la colaboración del turiasonense Ismael González Coello, que ya trabajan en una segunda edición. Y es que el Moncayo posee un amplio historial de siniestros aéreos. En su cumbre se han producido tres accidentes que, desde los años setenta, se han cobrado la vida de siete personas, incluida la que pudo ser primera mujer piloto de Iberia.

82 años del derribo del katiuska 'rojo' en Ágreda82 años del derribo del katiuska 'rojo' en Ágreda

Concretamente, en 1970 y 1980 se estrellaron dos aeronaves estadounidenses, un F-100D y un Phantom respectivamente, cobrándose la vida de dos capitanes y un mayor. En 1972, una avioneta Piper Cherokee PA-28 EC-BJO se estrelló a más de dos mil metros de altitud cuando sobrevolaba el Moncayo al realizar el trayecto San Sebastián-Madrid. Murieron las cuatro personas que viajaban: el piloto Miguel Vilches, Juan Francisco Olivares, Javier Gortázar y Ana María Sangillao. Tardaron hasta dos días en localizar sus cadáveres, y las labores de rescate se prolongaron durante dos jornadas más, hasta que pudieron evacuarlos en burro hasta Ágreda.

Historia de la aviación que recuerdan en localidades como Cueva de Ágreda, y de la que aún pueden verse restos en esa traicionera cumbre del Moncayo.