Luis Miguel de Dios

TRIGO LIMPIO

Luis Miguel de Dios

Escritor y periodista


Gasto

12/11/2024

Los horribles sucesos de Valencia y las elecciones en los Estados Unidos han relegado a un muy segundo plano las cuestiones internas. ¿Cómo hablar de las cosas de aquí con tanta destrucción y muerte o con el peligro para el futuro de todos que puede suponer el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca? Sin embargo, aun con la vista puesta en la DANA y en la política norteamericana, hay que hacerlo. Entre otras razones, porque en las Cortes regionales ha pasado algo extraño y que muchos no esperaban, incluido el propio presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco. Me refiero a la aprobación del techo de gasto del gobierno autonómico, condición indispensable para dar luz verde a la tramitación de los presupuestos para el 2025. Las preguntas son: ¿hará tramitación? y ¿cuándo? La primera tiene fácil respuesta: sí, lo contrario sería una dejación de responsabilidades impropia de cualquier ejecutivo. La segunda ofrece muchas más dudas, especialmente porque ya se han incumplido los plazos y ni Mañueco, ni nadie del PP parece darle la más mínima importancia. Tengo la sensación de que la abstención del PSOE (más Igea y Por Ávila) en la votación del techo de gasto ha descolocado a los gerifaltes de la Junta. Creo que estaban más preparados para decirles a los ciudadanos "veis, no nos dejan avanzar en el mejor presupuesto de la historia", que para iniciar unas duras negociaciones con la oposición, sobre todo socialistas y Vox, que le van a poner caro su respaldo a las cuentas elaboradas por el área de Carriedo. Fue, precisamente, el titular de Economía, y portavoz, junto al señor Mañueco quien presentó hace un mes el llamado proyecto de presupuestos, pero, ojo, sin haberlo aprobado en Consejo de Gobierno, como es preceptivo, ni remitirlo a las Cortes, también como es obligatorio. Es decir, que esos 15.084 millones, expuestos a la prensa con toda la parafernalia al uso, eran un posible presupuesto, pero, a la vez, no lo eran, se quedaban, como se ha señalado, en un "no presupuesto". ¿Qué nos aguarda ahora? Convendría una respuesta concreta y clara. Y, sobre todo, rápida y pensando en el bien común.