La hostelería española lleva décadas trabajando muy duro para desbancar a sus competidores internacionales apostando por la calidad, el servicio y el mejor producto. De esta forma, el sector cocina un nuevo récord de facturación este verano y prevé un crecimiento de más de un 5% respecto a la temporada del ejercicio anterior.
Las estimaciones del Ejecutivo para esta campaña, de junio a septiembre, son que más de 41 millones de turistas visitarán el país, lo que representa un incremento de un 13% más que en 2023, que va a permitir a esta industria un nuevo máximo histórico de ventas y también de creación de puestos de trabajo.
Los economistas consideran que se trata de un fenómeno en el que llueve para arriba teniendo en cuenta que ya en el ejercicio pasado su expansión marcó máximos históricos con un avance del 8% cuando la facturación de bares, restaurantes y cafeterías alcanzó un récord sin precedentes.
En este contexto, la encuesta realizada a los empresarios del sector a través del Indicador de Confianza Hostelera defiende que cerca de un 70% de los profesionales del ramo estima que estos meses de verano van a ser iguales o mejores que los del curso anterior. En concreto, un 36,3% asegura que se va a mantener en los mismos valores y un 31,4% explica que va a ser mejor o mucho mejor. No obstante, hay que señalar que para un tercio de estos emprendedores el balance va a ser peor o mucho peor.
En cuanto a la facturación, un 42% de los consultados precisa que va a superar a la de la temporada del verano de 2023 en sus negocios, un 36,3% piensa que va a ser inferior y un 21,8% defiende que va a ser igual.
Y si el volumen de ventas navega con viento de cola, lo mismo sucede con los datos del empleo. De hecho, la hostelería continúa aumentando el número de afiliados, alcanzando el pasado mes de julio 1,96 millones de trabajadores, lo que representó 55.554 más que en el mismo mes del año anterior, es decir, un 2,9% más, de acuerdo los datos de afiliados a la Seguridad Social del Ministerio de Trabajo.
Entre los retos que el sector debe afrontar para que la temporada sea completa y de la máxima satisfacción está la evolución de los precios, el tirón de la demanda y, sobre todo, que se confirmen las buenas previsiones del turismo para que septiembre sea el nuevo agosto, puesto que las reservas para el final del verano están incrementándose año a año y cada vez se observa una ocupación mayor e, incluso, mejores resultados de beneficios con unos visitantes de mayor calidad.
Asimismo, el colectivo, que representa ya el 8% del total del empleo en España y hasta el 64% en el caso del sector turístico, se cuestiona como afrontar en sus negocios la subida de los salarios que se ha llevado a cabo en los últimos años por la escasez profesionales y, en especial, de trabajadores cualificados para atender a los clientes de mayor nivel con un alto poder adquisitivo.
En este sentido, los expertos denuncian que pese al alto crecimiento en reservas, volumen de negocio, facturación y beneficios, la hostelería sigue estando a la cola en la economía española en las condiciones retributivas de los convenios laborales. La Encuesta Trimestral del Coste Laboral que publica el Instituto Nacional de Estadística reflejó que al cierre del primer trimestre del año, la nómina media de estos asalariados fue de 1.309,45 euros brutos.