Silvia Garrote

JALÓN POR LA VEGA

Silvia Garrote

Periodista


Galácticos

18/11/2023

Los que me leéis de vez en cuando sabéis cuánto me fascinan los hallazgos científicos. Me gusta mirar el mundo con otros ojos más allá de lo mundano, porque creo que me ayuda a dimensionar el presente y lo que me rodea. No significa esto que no me importe lo que ocurre a mi alrededor, el elefante que se ha quedado a vivir con nosotros, faltaría, pero estoy abrumada con el nivel de grito mediático, la sobrecogedora falta de sosiego y la utopía, visto lo visto, de mantener un debate sereno con argumentos lógicos. Y, por supuesto, la imposibilidad de mantenerse fuera de los extremos, del conmigo o contra mí. Me revelo, absolutamente, y defiendo mi derecho a expresar mi opinión cuando me apetezca. La libertad tiene estas cosas también, pese a quien le pese. 
Esta semana se ha conocido el trabajo de un grupo de científicos que trabaja en cooperación desde distintos países y universidades (cooperan, no luchan), lo que ha permitido descubrir una galaxia muy remota gemela a la Vía Láctea. Teniendo en cuenta que el número de galaxias podría superar el billón, no es raro que exista una muy parecida a la nuestra. 
El hallazgo muestra, concretamente, que una galaxia que forma una espiral en torno a una barra de estrellas -similar a la imagen de la Vía Láctea- se habría formado hace 11.700 millones de años, cuando el universo solo contaba con 2.100 millones de años, el 15% de su edad actual, que se calcula en 13.800 millones de años. Se formó al poco tiempo de haber ocurrido el Big Bang, por lo que ahondar en el estudio de esta nueva región cósmica es una puerta a la ampliación del conocimiento del universo primitivo.
La posibilidad de que en otras galaxias se den las circunstancias de la existencia de algún tipo de vida es clara.  Otra cuestión es que sea posible superar la distancia que nos separa de estas galaxias o planetas para recibir algún tipo de señal o contacto. Ahora con el descubrimiento de otra vía láctea, de una galaxia gemela, es más fácil imaginar que existe o existió una Tierra paralela, y también es posible fantasear con lo que ocurre en ella. 
¿Los habitantes de esa Tierra 2 habrán cuidado más del planeta o estará ya totalmente arrasado y sin posibilidad de vida? ¿Se habrán estructurado por continentes y países en los que las fronteras sean barreras infranqueables o tendrán libre circulación? ¿Habrán sucumbido a algún tipo de virus? ¿Habrán construido una civilización en la que cooperar y lograr el bien común? ¿Habrá triunfado el capitalismo salvaje y la ley del mercado? ¿Habrán construido y contaminado por encima de sus posibilidades? ¿Tendrán estados terroristas que buscan aniquilar a pueblos enteros?
No es malo pensar en un espejo, por remoto que se encuentre. Quizá en esa otra Tierra, la vida es muy diferente, yo quiero pensar que mejor, porque es muy difícil imaginar que haya habido otra oportunidad para una humanidad y que lo hayan hecho peor que nosotros. Si por algún misterio astrofísico nos pudiéramos comunicar con ese planeta gemelo, ¿cómo les podíamos resumir nuestra situación actual? Es muy posible que echáramos mano de los logros y avances científicos, artísticos, tecnológicos y escondiéramos las vergüenzas de los conflictos absurdos, las injusticias flagrantes y la imposibilidad de construir un futuro mejor para el planeta y los y las que lo habitamos. 
A veces pienso que sería lo mejor que nos invadieran los extraterrestres. No creo que empeoraran el panorama.