El Casino sí es lugar para jóvenes

Sonia Almoguera
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Iniciativas como el Carné Joven, el Club Rayo de Luna o el de Billar están revitalizando la masa social del Círculo Amistad Numancia

El Casino sí es lugar para jóvenes - Foto: E.G.M

Es un lugar para personas mayores o ahí sólo se juega al guiñote son dos de los prejuicios o falsas ideas que el Casino Círculo Amistad Numancia lleva combatiendo desde hace años. Entre sus 630 socios hay mayores, pero cada vez más gente joven que encuentra en esta institución con 177 años de historia el lugar en el que satisfacer sus grandes inquietudes culturales, disfrutar de juegos de rol o de mesa, tomar algo con amigos o asistir a un buen concierto de jazz, soul o incluso de chirigotas. Sin embargo, fue su pasión por el billar y su gran amistad con Paco Chicharro lo que animó por primera vez a Luis Romera a hacerse socio del Casino con 25 años, en el año 2006. La muerte de su gran amigo, con el que tantas conversaciones y partidas había compartido en la sala de billar, con las mejores mesas de la provincia, recalca, hizo que dejara de frecuentarlo y, finalmente, se dio de baja en torno a 2015. Pero hace dos años, «el gusanillo del billar» volvió a 'picarle' con fuerza y tornó a asociarse. A sus 44 años, «si alguien quiere encontrarme, lo hará en el Casino», asegura con sentido del humor. Y no sólo en los billares. Porque, como asegura también Claudio Corral, de 31 años de edad, en las céntricas instalaciones del Círculo Amistad Numancia «se pueden hacer un montón de cosas», desde contemplar exposiciones de todo tipo, a deleitarse con degustaciones gastronómicas del Club de Catas, hablar de literatura en el Club de Lectura o incluso disfrutar de las actividades lúdicas que propone El Rayo de Luna.

Este grupo, creado a finales de 2023 a iniciativa de Carlos Pascual y otros miembros del Casino, ha sido clave en la captación de socios más jóvenes como en el caso de Claudio, que no contaba con antecedentes familiares. «Soy el primero de la familia», señala con  un poco de orgullo. Para él, el Círculo Amistad Numancia es un lugar «muy especial». Es emocionante disfrutar de unos salones en los que han estado grandes figuras como Antonio Machado o Gerardo Diego, asegura. Por trabajo, no puede ir tanto como le gustaría, «pero si paso por El Collado, aprovecho para entrar y tomar algo». Dada la estratégica ubicación de sus instalaciones, apunta, es ideal también como punto de encuentro «para quedar con la gente». Tal como han hecho generaciones y generaciones de sorianos desde su creación a mediados de siglo XIX, le encanta, como también a otra joven socia, Paula Romera Elvira, de 21 años, ver a los sorianos pasar por El Collado a través de las elegantes cristaleras de uno de los salones más emblemáticos del Casino, su favorito, el de los Espejos, que lleva también el nombre del autor de Campos de Castilla. 

«Es verdad que mucha gente, e incluso yo mismo antes, piensa que el Casino es un sitio de abuelos», señala Claudio. Pero sólo hay que darse una vuelta, recalca, para comprobar que, cada vez más, hay más gente joven disfrutando de sus instalaciones. El Carné Joven cuenta ya con 35 abonados (el 5,5% del total de socios) y está contribuyendo a incentivar la renovación de los miembros de la institución aunque, sostiene Adolfo Sainz, presidente del Círculo Amistad Numancia, es complicado luchar contra tópicos como que es un lugar «para viejos». «Son ideas tontas», sostiene. Primero porque el Casino, desde 1848, «siempre ha sido un lugar de vanguardia» al que tradicionalmente se aspiraba a formar parte al cumplir la mayoría de edad y, segundo, agrega Sainz, porque las alrededor de 250 actividades culturales que se organizan cada año «no tienen edad» y son para todos los públicos. «No hay excusas», sostiene. «El Círculo Amistad Numancia no es un sitio para cuando te jubiles. No es sólo un espacio en el que los mayores juegan a las cartas. Hacerse socio es cuestión de querer». 

desde los 16. Con sentido del humor admite Luis Romera que amigos y familiares a veces le comentan con ironía «qué, ¿con la juventud?» cuando comenta que va al Casino. Pero, lo cierto es que, apunta, «sí que la hay». De hecho, dos de los miembros más jóvenes de la entidad tienen 16 años y comparten junto a Romera su pasión por el billar y el uso de sus magníficas instalaciones. Desde su creación en el año 1848, las cuotas mensuales de los socios son lo que mantiene viva esta institución privada, reconocida como Bien de Interés Cultural (BIC) por la Junta de Castilla y León. De ahí la importancia de que vayan sumándose jóvenes para garantizar la continuidad de la institución y sus servicios. «La gente no tiene en mente el potencial del Casino y que éste puede ser un lugar refrescante», argumenta Paula Romera Elvira. Paula llevaba desde «que era muy pequeñita» queriendo ser socia del Círculo Amistad Numancia. «Siempre me atrajo la idea. Me parecía un sitio excelso de la ciudad». Tiempo después, en 2022, con 18 años, cumplió por fin su deseo. «Necesitaba un sitio para leer y el primer lugar que se me vino a la cabeza fue el Casino», explica. En su hermosa y magnífica biblioteca no es raro encontrarse con Paula que, además, forma parte de la Junta Directiva del Círculo Amistad Numancia. 

En sus instalaciones, tan ligadas siempre al arte, la poesía y la cultura, Paula ha encontrado un lugar en el que potenciar y dar forma a sus ideas y proyectos. «Me inspira a escribir y a componer», declara. Su carné de socia, además, también le ha proporcionado no pocos contactos para sus iniciativas artísticas, así como amistades, incluso entre los miembros más veteranos de la entidad aunque, al principio, comenta con humor, se sentía «muy observada». Ahora, cree, «empiezan a acostumbrarse a mi presencia». También miraron un poco raro la primera vez que Claudio, también un asiduo del Mercadillo Filatélico y Numismático de los domingos, hizo exhibiciones de modelismo en el salón de los Espejos. «Incluso hubo quejas», recuerda entre risas. Pero, después, pudo más la curiosidad. Ahora, cada vez que las repite, los miembros más mayores se acercan e interesan. En el Casino, recalca Luis Romera, «no hay brecha generacional». Allí uno es, simplemente, socio. 

revitalizar. A Jesús Recacha, de 39 años, le gustan los lugares históricos y el Círculo Amistad Numancia siempre le había «llamado la atención». Fue la labor del Club Rayo de Luna, al que suele apoyar en sus actividades, lo que le llevó a conocer más en detalle la labor de la institución. El siguiente paso fue asociarse sobre todo como una forma de ayudar a «revitalizar» una entidad que hace una gran labor como dinamizadora incluso de la propia «ciudad». En su opinión, no hay otro lugar en Soria en el que confluya «tanto abolengo» y una apuesta tan decidida por el ocio y la cultura. «Yo también tenía la idea de que el Casino era para casi gente de la tercera edad [ríe] y que no se hacían cosas para jóvenes», confiesa. Hasta que conocer sus instalaciones y las actividades le sacaron de su error. De cara al futuro del Círculo Amistad Numancia, señala Recacha, es necesario que los jóvenes venzan esos prejuicios y asuman también la responsabilidad de preservar el legado de los mayores. En el caso de Adolfo Sainz, la tradición se remonta a su tatarabuelo Dionisio, el primero de la saga familiar que él continuó a los 25 años. Luis Romera también espera que sus hijos pequeños, que los fines de semana le acompañan al Casino, continúen esa tradición y sigan aportando savia nueva.