Los seres mágicos del Bosque de La Fuente del Pino levantan sus casitas a los pies de los árboles, trepan y juegan entre sus ramas, se enredan en sus raíces... podemos encontrarles en los sitios más insospechados. Y, a partir de ahora será mucho más fácil porque se han instalado más de 40 nuevos pobladores. Este parque ecológico arropa al municipio de San Leonardo de Yagüe por su borde sureste y rivaliza con otros espacios como la Fuente de la Gitana o la de Briones para ser centro de encuentro y esparcimiento de los vecinos. Hace apenas un año que se inauguró oficialmente el Bosque Mágico y poco después se constituyó la Asociación de Amigos del Bosque Mágico, aunque las hadas, duendes, gnomos y otros seres elementales comenzaron a llegar al bosque años atrás. El censo de ‘habitantes’ no ha parado de crecer y tras pasar el crudo invierno en la comarca de Pinares y otras tantas semanas de confinamiento, los cerca de cuarenta miembros de la Asociación se han empleado a fondo para poner a punto el bosque de pinos que acoge ahora a más habitantes que nunca.

Nada más llegar encontramos a Maite Romo y Marta Yagüe, dos de las voluntarias que se encuentran arreglando algunos desperfectos que ha originado la tormenta del pasado fin de semana. Nos cuentan que a los animales del bosque también les gusta jugar con las piezas:  «Teníamos una casa con piscina pero se la comió un pica pinos, porque la hicimos sobre un tronco cortado hace tiempo y allí encontró unas larvas riquísimas, así que decidimos dejarle su espacio y llevamos la casa a otro sitio». Cuenta Maite que bajan allí jabalís y corzos que empiezan a dar vueltas alrededor de los árboles. «Es su sitio y sabemos que ahí no se pueden instalar los seres elementales». El respeto a la naturaleza es uno de los valores que imperan en este bosque de cuento.

Nos zambullimos a pie en el manto verde que forman estas reliquias naturales, pulmón de la comarca. Tras cruzar el puente de madera y cuidadosamente decorado sobre el arroyo, descubrimos a pocos pasos una cornisa que remata el borde superior de unas barbacoas. «Aquí está reflejado el bosque con muchos de los seres que viven aquí. Su color cambia en función del sol y va adquiriendo el tono de los pinos», describe Maite Romo.

San Leonardo hace magia con su bosque - Foto: Eugenio Gutierrez MartinezDINAMIZACIÓN. Enseguida llega para acompañarnos en la visita la alcaldesa de San Leonardo de Yagüe, Belinda Peñalba, quien ensalza el trabajo de los voluntarios. «Han dado un impulso importante al Bosque Mágico, hay muchas más creaciones y más espectaculares. Cuando comenzó la impulsora del proyecto eran elementos más sutiles y más extendidos» , comenta. Y para proseguir con el estímulo a este paraje de ensueño, como novedad, Maite Romo se encargará oficialmente del Bosque Mágico durante los próximos tres meses, cuando se espera una mayor afluencia de visitantes y gracias al Segundo Plan de Empleo de la Diputación Provincial. «Maite ha demostrado tener un gran conocimiento del entorno», destaca Peñalba. Su función será llevar a cabo actividades de dinamización como cuenta cuentos, talleres, guiado por los poblados, mantenimiento y cuidado de las instalaciones... «Es algo que llevo haciendo desde que empecé como voluntaria pero ahora tendré más potestad para actuar», recalca Maite Romo.

A partir de ahora se hará un control más exhaustivo del aforo y se recibirá a los visitantes. «Tanto los humanos diminutos como los grandes entrarán con las manos desinfectadas», recuerda la nueva encargada. Ella cuidará que el contacto con los seres elementales se haga con el debido respeto a las recomendaciones sanitarias y a la conservación del espacio natural. Aunque no hay una hora concreta de mayor afluencia, durante el mediodía es cuando más gente se acerca a la Fuente del Pino así como durante los fines de semana. En este sentido, se ha preparado un recorrido para descubrir el bosque. «Así canalizamos las visitas y evitamos concentraciones». La ruta comienza en ‘El molino’ continúa hasta ‘El ciervo’, sube por la ladera hasta encontrar un poblado de gnomos, desciende tras unos pinos secos pasando por la roca del Hada Oscura y discurre hasta el asentamiento principal. 

Durante la visita merece la pena pararse en un nuevo espacio de libre construcción para dejar volar la imaginación contribuyendo, además, a aprovechar los recursos del bosque y aprender a conservarlos. «En las actividades promoveremos valores de cuidado de la naturaleza, apreciando lo nuestro y concienciando sobre todo la importancia de respetar los bosques», apunta Maite. 

Una familia llegada desde Huesca y Almagro (Ciudad Real), admira una de las seis esculturas que ha tallado la naturaleza mientras la más pequeña del grupo, Cloe, revolotea observando atónita cada rincón. «La escuela mola mogollón, ¡es que me gusta todo!», exclama. Se le oye ilusionada cuando encuentra el poblado de los gnomos y rápido reclama a sus padres y abuelos, que comparten su entusiasmo. «Ha sido una idea genial, nos ha sorprendido. Habíamos pasado varias veces con el coche y siempre nos habíamos quedado con las ganas de entrar pero esperábamos a que viniera la niña», explica Teófilo, su abuelo. «Se nota el trabajo, es  excelente», recalca. Entre tanto, llegan más familias y pequeños grupos de Madrid, pero también de Soria. Todos disfrutan de las explicaciones de Maite Romo, que en el Bosque Mágico se transforma en el Hada Albir. Con su carisma es capaz de dotar a este bosque de más fantasía si cabe.

«¡Buenos días!, ¿Qué tal el paseo?», exclama Maite dirigiéndose a dos vecinas de San Leonardo que hacen su circuito matutino por este entorno natural. La senda que atraviesa el parque se utilizará como recorrido para hacer baños de bosque. «¿Habéis subido a Myrica Gale?, es un nuevo asentamiento», indica la encargada del bosque a otra familia. Este asentamiento es parada obligada y se ha erigido en honor al mirto de turbera, la primera especie vegetal, en Soria y en Castilla y León, sobre la que se ha establecido un plan de gestión y conservación. Desde aquí llaman a preservarla puesto que está en peligro. Avanzamos entre esculturas de garzas, dragones, serpientes... Pronto estará instalado el árbol de la migración con más de cincuenta golondrinas. 

Entre otras curiosidades, las casitas de este encantador bosque están hechas a base de elementos naturales y que no deterioran el medio ambiente: madera, fieltro, lana, liquen, musgo, torba, broza, verdasca, brezo...y mucho material reciclado.  También invitan en el bosque a recordar costumbres de San Leonardo, como el repique de campanas en el asentamiento de ‘Tenterenublo’.