La Cara B del mercado laboral de Soria

Ana Pilar Latorre
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Entraron hace 20 años a trabajar en la planta de Gamesa en Ágreda y ahora viven con incertidumbre su futuro laboral a una edad cercana a la jubilación

La Cara Bb del mercado laboral de Soria - Foto: E.G.M

Los trabajadores de Siemens Gamesa viven momentos de incertidumbre y El Día de Soria se ha acercado a Ágreda para conocer de primera mano las sensaciones de algunos empleados que comenzaron a trabajar en la fábrica de aerogeneradores hace 20 años y es allí donde se quieren jubilar, cediendo el puesto a las siguientes generaciones en uno de los pulmones económicos de la comarca del Moncayo y la provincia de Soria. Ante el temido parón de producción en marzo o abril y esperando que la empresa mueva ficha, entre la desesperanza y la resignación, saben que su situación «es difícil al tener ya una edad próxima a la jubilación en la que hay más dificultades para encontrar trabajo», pero también piensan en todos esos trabajadores con niños pequeños o que están pensando en formar una familia, personas que tienen hipotecas o que han realizado inversiones en las empresas auxiliares, a las que esto también afecta...

 De lo poco que les han dicho desde Siemens Gamesa es que la recuperación llegaría en 2027, por lo que ellos dan vueltas y vueltas y les piden que no se destruya empleo y se aproveche para realizar «formaciones y actualizaciones», como en el ERTE de hace cuatro años. En la conversación nos explican que su inquietud se debe a que hay cinco plantas afectadas por la situación actual y la de Ágreda es la única que se ha dejado fuera del ERTE que se acordó en diciembre, «nos hace desconfiar a pesar de haber sido siempre una fábrica de referencia». 

«Todo está en el aire, la empresa está en evaluación de medidas...», reflexionan pensativos ante esta falta de información que les mantiene en vilo y, a muchos de ellos, no les deja dormir. «Hay tres escenarios posibles: un ERTE, que es malo; un ERTEmás un ERE , que es peor; y un ERE, que imagínate si sale gente porque nadie queremos que haya despidos», comentan con gran preocupación y descartando «que no vaya a pasar nada y el cierre total». Esas opciones no tranquilizan a los 270 trabajadores que no saben qué va a ser de su futuro. Lo que quieren desde el comité de empresa, en que están Encarna Gómez Cacho, Isabel Campos y Juan Carlos Barrena, es sentarse cuanto antes a hablar con la empresa y dar solución a la situación. «Que nos den como opción que alguien pueda salir a trabajar a otra planta un tiempo y después regresar», sostienen apuntando esta opción como mal menor, ya que la planta de Ágreda ha recibido en otras ocasiones trabajadores.

desánimo. La incertidumbre «repercute en la relación entre trabajadores y a veces, por la tensión, hay malas contestaciones». También se hacen corrillos comentando la situación y en la concentración del 22 de enero a las puertas de la planta «había más gente que otras veces». «Hay mucho desánimo. Algunos aún no son conscientes aún y creen que esto va a seguir como hasta ahora», comentan indicando que «en otros momentos se han tomado soluciones intermedias sin afectar a la plantilla y los periodos valle de trabajo se han solucionado de la mejor manera, pero no es lo mismo...».

«Somos buenos y competitivos, no hemos dejado de serlo porque las cifras han sido buenas», insisten subrayando que «esta es la única planta de la empresa en España que fabrica aerogeradores terrestres» y «todo lo que nos han traído ha salido adelante». «Nosotros ho hemos generado el problema, pero vamos a pagar las consecuencias...», lamentan. Agradecen el apoyo de las administraciones y reiteran el mensaje de que quieren seguir trabajando en Gamesa «porque le vemos futuro» y se trata del sector eólico, que «tiene que ir hacia arriba». «Que confíen en nosotros y en nuestro saber hacer», concluyen.