El presunto asesino de Diolimar Alemán no mostró ni nerviosismo ni sentimiento de culpa alguno en el momento de ser detenido por agentes de la Policía Nacional de Soria y respecto a los hechos que había cometido se limitó a decir que "son cosas que pasan". El encausado repitió esta frase tanto a los agentes como al médico que le atendió en el Centro de Salud la Milagrosa, donde fue trasladado en primer lugar por protocolo, y donde pidió que se le dispensara algo para "dormir". "El acusado estaba excesivamente tranquilo", aseguró el policía que llevó a cabo el arresto.
La tercera sesión del juicio contra el presunto asesino de esta mujer sirvió para recoger el testimonio de los agentes que intervinieron en los hechos. Los que detuvieron al presunto asesino en la plaza de Mariano Granados, tras huir del escenario del crimen, y que corroboraron que portaba una mochila con sus documentos de identificación, documento de petición de asilo, currículo, pasaporte, cremas para la cara, unas plantillas, tres relojes de marca y un móvil con su correspondiente cargador.
"La mochila contenía objetos escogidos cuidadosamente y a conciencia y que le permitían reiniciar su vida en otro lugar", relató un agente de la Policía Judicial que se encargó de realizar el informe cronológico de los hechos.
La Audiencia Provincial de Soria acogió hoy la tercera sesión del juicio contra el presunto asesino de Diolimar Alemán, para que cual la Fiscalía y la acusación particular solicitan 23 años de prisión, diez años de libertad vigilada y 250.000 euros en concepto de indemnización para la hija de la finada.
Por su parte, la defensa solicita que se le juzgue por homicidio imprudente, ya que no existió premeditación alguna, y alega que la víctima fue la que portaba el arma y la que llegó a agredir a su defendido.
El funcionario de la Policía también señaló que la habitación donde yacía la víctima no presentaba ningún atisbo de que se hubiera producido una pelea previa, y afirmó que la mujer tenía la zona púbica al descubierto. Este último extremo fue corroborado por otro agente que señaló que tenía su ropa interior bajada.
Durante el juicio se exhibieron las fotografías del escenario del crimen, el cuchillo que se utilizó para cometerlo y a la propia víctima ensangrentada. Los familiares de Diolimar, presentes en la sala, no pudieron contener el llanto cuando se exhibieron las fotografías. El acusado, por su parte, se mostró frío, con la cabeza alta e incluso llegó a mirar de forma desafiante a los testigos que declararon y a los familiares de la víctima.
El agente de la Judicial también declaró que la víctima solo recibió una puñalada en la zona intercostal izquierda, y afirmó que la herida que presentaba medía dos centímetros en superficie y cerca de diez en profundidad, unas medidas que correspondían con el cuchillo utilizado por el presunto asesino. "La cuchillada le afectó al corazón. El cuchillo entró por una zona de acceso fácil y la víctima no se puso la mano de forma defensiva", destacó.
Los agentes también pudieron determinar la hora aproximada en el que se cometió el crimen por los teléfonos de la víctima, el testigo principal del caso -el tío de ella que se encontraba en el domicilio- y el acusado.
De este modo, el encargado de realizar el informe cronológico determinó que la víctima llegó a casa sobre la 1.20 de la madrugada del 9 de junio, tras salir del trabajo a la 00.30 horas y dirigirse con sus compañeros de trabajo y su tío a tomar algo en un conocido pub de la ciudad. Tras esto, a las 2.01 desde el teléfono de Diolimar se realizó una llamada a su ex pareja a través de la aplicación 'Whatsapp'. Él no contestó y a las 2.04 horas le envía un mensaje preguntándole qué pasaba a lo que ella responde que había marcado sin querer. A las 2.05 él le envía otro mensaje que no se llegó a leer y a las 2.08 el tío de la víctima llamó a su hermano para decirle que habían matado a su sobrina. "Entre las 2.05 y las 2.08 horas creemos que se produjeron los hechos. A las 2.11 horas, el acusado llamó a su hermana y a las 2.18 fue arrestado. Cuando ocurrieron los hechos, el acusado estaba vestido", destacó.
Por su parte, el abogado de la defensa preguntó al agente de la Policía Científica por qué creía que el acusado dejó el arma del crimen en el fregadero. Ante esto contestó que si él cometiera un crimen no se llevaría el arma con él . "No sé por qué lo hizo y si fue fruto de la precipitación del momento o porque quiso echar agua en el cuchillo para borrar las huellas", aseguró.
En esta sesión participaron otros agentes que o bien detuvieron al presunto asesino o llegaron a la escena del crimen en primer lugar. El próximo lunes día 20 prestarán declaración las forenses encargadas de realizar la autopsia a la víctima; el martes 21 prestará declaración el acusado; y el miércoles 21, el magistrado de la Audiencia Provincial, Rafael Carnicero, entregará el objeto del veredicto al jurado popular, compuesto por cuatro mujeres y cinco hombres.