Las medidas económicas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, golpean de lleno al corazón productor nacional español que tiene al otro lado del charco un mercado esencial para que la balanza económica de las empresas cierre cada ejercicio en verde.
Tanto es así, que las exportaciones de bienes al país norteamericano podrían caer una media del 14,3%, según los primeros cálculos que realizó ayer la Cámara de Comercio de España.
El análisis del impacto de la imposición de aranceles del 20% presenta un abanico máximo de reducción de las exportaciones del 18,4%, y mínimo del 10,1%. En concreto, en 2024 el valor de lo que se vendió al país norteamericano ascendió a más de 18.000 millones de euros, lo que convierte a la nación que dirige Trump en el principal mercado extracomunitario de España, después del Reino Unido.
No obstante, el impacto sobre el conjunto de las exportaciones españolas de bienes será limitado, ya que las ventas de España a EEUU representan menos del 5% de las exportaciones totales. En términos de PIB, apenas supondría una reducción del 0,21% anual.
Hay algunas valoraciones más pesimistas como que las ventas en este mercado podrían llegar a caer un 25 %, con pérdidas cercanas a los 4.300 millones de euros y un efecto sobre el PIB español algo inferior al 0,3%, según avanzaba ayer el Club de Exportadores e Inversores.
En cualquier caso, de lo que no hay duda es de que hay sectores que van a tener que replantearse su estrategia exterior, sobre todo el del aceite de oliva, el vino y otros productos agroalimentarios, así como los fabricantes de automóviles y camiones, los de bienes de equipo, e incluso la banca, ya que desde el Banco de España aseveran que este terremoto económico introduce gran incertidumbre.
El aceite de oliva y el vino, los grandes damnificados
Los sectores del aceite de oliva y del vino español se encuentran entre los más expuestos, pues son los principales productos agroalimentarios exportados a Estados Unidos.
Los primeros, que suman unos 1.000 millones de euros anuales en ventas, asumen que el arancel del 20% les perjudica a la espera de conocer más detalles, como la situación en la que quedarán finalmente otros países competidores, como explicaba la patronal Asoliva.
Los aranceles ponen en riesgo 400 millones en exportaciones de vino español, subrayó, por su parte, la Federación Española del Vino, que aboga por agotar cualquier vía para una solución negociada antes de que entren en vigor las nuevas barreras. Espirituosos de España también pidió negociar una solución y recordó la alta integración del sector a ambos lados del Atlántico.
Otro sector especialmente afectado es el de la aceituna negra de mesa española, que tendrá que pagar un 55% de aranceles (el 20% se añade al 35% que ya tenía), por lo que se le hace «imposible» continuar en ese mercado, según la Asociación de Exportadores e Industriales de Aceituna de Mesa.
En vilo 18.500 empresas de productos comestibles
La Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) reclamó ayer «firmeza» y «proporcionalidad» tras el anuncio de Donald Trump.
Actualmente, el país cuenta con unas 18.500 compañías exportadoras de alimentos y bebidas que se encuentran en la cuarta posición entre los principales exportadores de la UE y entre los 10 primeros a nivel mundial.
En 2024, las ventas al exterior agroalimentarias y pesqueras de Madrid a Washington supusieron el 4,8% del total de exportaciones, lo que situó a Estados Unidos a nivel mundial en el sexto puesto como destino de las ventas agroalimentarias y pesqueras y el noveno como origen de las importaciones nacionales, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Una mención aparte habría que hacer a los componentes que se utilizan en la industria farmacéutica. Desde Farmaindustria, reconocen la decisión de no incluir a los medicamentos y vacunas entre los productos a los que se aplicarán más gravámenes, pero siguen preocupados por cómo impactará a otros componentes necesarios para su fabricación.
Un severo 'castigo' a las factorías de componentes
Otros de los más afectados en cuanto a los aranceles serán los fabricantes de componentes dentro del mercado automovilístico español. Estados Unidos fue el octavo socio comercial del sector de proveedores de automoción, con una cifra de facturación de 1.021 millones de euros. En el contexto global, suponen el 4% del total de las exportaciones de este mercado.
España no es proveedora de EEUU, pero sí exporta componentes a países como Francia, Alemania o México que si venden a Estados Unidos.
«Las medidas de proteccionismo en unas economías conllevan medidas similares en sus socios comerciales, lo cual acarrea el encarecimiento de los productos afectados y perjudica a las industrias implicadas», destacaba ayer la Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto).
Respecto al mercado español y a la producción patria, Anfac indicó que el año pasado no hubo exportación hacia el país de Trump, aunque sí en 2023, con 53.000 vehículos aproximadamente. «Por tanto, no es uno de nuestros mercados críticos», afirmó su director general, José López-Tafall.
Impacto negativo en el corto plazo a los bienes de equipo
El sector de los bienes de equipo hizo ayer un primer balance y augura un impacto negativo en el corto plazo por los aranceles anunciados la víspera por el presidente estadounidense, Donald Trump, pero buscará «oportunidades para salir airoso» con el paso del tiempo.
El director general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Bienes de Equipo (Sercobe), José Ignacio Mora, aseguró que los gravámenes les van a afectar como industria, sobre todo, a corto plazo, donde prevén un impacto «negativo». Destacó, no obstante, «cierto optimismo» para el medio y largo plazo, dado que esta situación les hará «repensar nuevos mercados» en un industria que ha salido reforzada tras las últimas crisis y que es un ejemplo de sector en el mundo, con una clara apuesta por la tecnología.
Según explicó, las compañías del sector de los bienes de equipo no se han quedado sentadas esperando, sino que ya están tomando medidas, como pueden ser el incremento del stock en EEUU o la implantación en dicho país.
El director general de Sercobe también estimó que existe una «oportunidad para la negociación».