José Luis Bravo

SOPA DE GUINDILLAS

José Luis Bravo

Periodista


San Juan y la Agencia Tributaria

05/04/2025

Hace un cuarto de siglo que, el firmante de estas líneas, fue jurado de cuadrilla. Ya, por aquel entonces, se hablaba de la tendencia a regularizar, o legalizar si así lo prefieren, las cuentas de la cada una de ellas. Estaba claro que, tarde o temprano la hacienda pública metería mano en el asunto como ya lo hizo en su momento, por ejemplo, en las peñas navarras de San Fermín. Allí resolvieron la cuestión, lo mismo que hace ya tiempo las peñas sorianas; registrándose como 'asociaciones culturales'.
Se ha venido argumentando que las doce cuadrillas ya rendían cuentas. De hecho requería la aprobación de los vecinos la contabilidad del jurado saliente en el 'Catapán'. En algún tiempo debió de ser verídica esa declaración de ingresos y gastos. En la actualidad era un simple acomodo de las cifras de ingresos que incluyen las ayudas municipales, las 'tajadas' vecinales y los ingresos de la subasta del Agés, con las de gastos en cuya columna se apuntaba de todo; desde el acondicionamiento de la cuadrilla a los pagos a los músicos o el despiece del toro para el reparto de tajadas y de unas décadas a esta parte, la elaboración de la caldera y no sé cuántas cosas más que, en algunos casos rebasaban lo razonable en una contabilidad como ésta. Los jurados y juradas, mayoritariamente honrados, resolvían sin problemas o controversias. Luego estaban los que no lo eran tanto y los que, fichados a última hora pillaban 'tajada' de las arcas públicas para no dejar huérfana a ninguna cuadrilla.
Llegado el Catapán, que junto con el Sábado Agés, son los días más auténticos del rosario festivo, cada vez mayor, de los 'Sanjuanes', el jurado saliente, o mejor dicho, su secretario, lee las cuentas en detalle, incluidos los nombres de quienes subastaron y se llevaron cuernos, solomillos o botas de la subasta sanjuanera. Sin más, la asamblea 'festivo-vecinal' respondía, y  lo seguirá haciendo en voz alta para no perder la costumbre, a la pregunta ¿se aprueban?  Y todos dirán que sí, incluidos los cada vez más abundantes legos en la tradición festiva que siguen la corriente a la espera de que, un ratito después, suene la música, corran las botas de vino y las bandejas con el bacalao y el queso. Y seguirá siendo así, pero a la 'hacienda pública acreedora' no se escapa nadie. Nadie humilde me refiero. Los magnates y los 'mangantes' de áreas y oficios por todos conocidos siguen y seguirán haciendo lo que les salga de los cataplines. Con todo, me parece bien que el asunto festivo se regule. Líneas atrás ya he insinuado que no todo ha sido limpio en el ejercicio de algunos jurados.  A los de este año, eso sí, les deseo, sinceramente, salud para cumplir.