Si algo tiene de bueno que al frente del país más poderoso de La Tierra haya un energúmeno, es que podemos confirmar cómo funcionan las sociedades occidentales, a sus más altos niveles, sin tapujos ni disimulos. Y de paso las consecuencias para todos los territorios, ricos, menos ricos, medianillos y pobres de solemnidad.
El 'monigote' de Elon Musk, y del resto de plutócratas en la sombra, no sólo norteamericanos, quiere cambiarnos la vida. A peor por supuesto. La Europa democrática y notablemente más ecuánime que 'yankilandia',  va a tener que cambiar su perfil. El primer gran condicionante es la defensa militar. He perdido la cuenta de los cientos de miles de millones que habrá que gastarse para que no se le vaya la mano a Putin y, además de Ucrania les peque una dentellada a otros países. Mientras el estúpido Donald, mucho más tonto por cierto, que ya es decir, que el pato de Disney que lleva su nombre, se dedica a coronar las cabezas de sus compatriotas con ridículas gorras. 
Pero a lo que iba. Los presupuesto europeos se van a ver lastrados por la necesidad de comprar armas y más armas, costosísimas por cierto y ya supondrán qué inversiones se van a recortar. En lo que a nosotros nos toca, todos los programas para desarrollar los territorios despoblados. Somos cuatro gatos, en consecuencia nuestras protestas no llegan a ninguna parte porque valemos lo que nuestros votos pueden mover. Casi nada. Hasta ahora, he disfrutado del desahogo de las ventajas, que alguna hay, de que el suelo en el que vine al mundo, sea depositario de una cultura y unos ecosistemas que, sin ser paradisíacos, ni falta que hace, conservan valores y escenarios únicos. Estos días de atrás, con las generosas lluvias y algunas nieves caídas, cientos de lugares han estallado, casi primaverales, con una belleza  singular; La Toba, La Fuentona, Despeñalagua, Maldifrades, el río Lobos en su cañón, rebosante de agua, las Badinas del río Razón, las cascadas de la Laguna Negra, la Chorla, río Ojeda, la Chorronera de Velilla de Medinaceli…en fin un montón de sitios, incluido el embalse de la Cuerda del Pozo, casi lleno y, por cierto, con la amenaza de una macro granja de cerdos que podría ser fatal para la calidad del agua que bebemos más de la mitad de la población provincial. Será por hectáreas vacías, y han tenido que elegir las más conflictivas. 'Aquí las quejas no llegan a ninguna parte' habrá pensado el trajeado megapijo, que ve los toros desde la barrera pero lo beneficios en el centro de su propio ruedo.
Resumiendo. Que no crean que lo que deciden en el despacho oval o en el Kremlin, afecta sólo a gringos, rusos y adláteres. Llegará hasta aquí.