Silvia Garrote

JALÓN POR LA VEGA

Silvia Garrote

Periodista


Buena suerte, Carlos

25/01/2025

Carlos Martínez se encuentra ya en plena vorágine castellana y leonesa para darse a conocer. Está acostumbrado a viajar, y estoy segura de que no le importa cambiar las glamurosas salas de Naciones Unidas por los locales del pueblo socialista del lugar que toque, porque no es un político al que se le caigan los anillos. Superado ya el vértigo de tener que asumir una responsabilidad poco apetecible y que ha rehuido hasta que ha podido, le veo remangado y en faena en la ardua tarea de convencer al respetable de que es una alternativa al Partido Popular instalado de Mañueco, y aun más allá, de que es capaz de reunir una mayoría que supere la suma de la derecha y la derecha de la derecha. Difícil, complejo, pero no imposible. Imposible era en su día lograr la mayoría absoluta en el Ayuntamiento de Soria, tierra de presidentes de la Junta y de ministros, y aquí está, camino de encadenar cuatro completas. Pero a nadie se le escapa que la realidad local poco o nada tiene que ver con la de Castilla y León. Y Soria está alejada de los focos del poder, tanto políticos, como empresariales; de las luchas internas para hacerse con los cargos, de las facciones, de las aspiraciones separatistas, de las pugnas entre ciudades… La distancia con Valladolid es muchas veces un gran hándicap, pero también ha servido para que Soria hiciera de su capa un sayo sin que llegaran las órdenes de ningún sitio. En Soria, Carlos es uno más, es su gran valor político, la gente lo conoce y hasta le perdona las torpezas que ya no puede cometer. Pero ya estamos en otro escenario, y aquí es donde el alcalde de Soria deja de serlo para medirse en otras varas, ajenas al ayuntamiento de la capital más pequeña de España.
Si algo ha demostrado Carlos Martínez es que es tenaz, que las distancias cortas se le dan bien, que sabe hacer equipo y que tiene visión a largo plazo. Es torpe señalar que es un mal gestor, siempre avalado por los votos de los sorianos y sorianas, porque esa afirmación habla mal de los electores y habla mal de la oposición, que ha sido incapaz de desbancarle. Otra obviedad es que no ve obstáculos. Si la política regional olvida a Soria, busca sacar adelante proyectos con fondos europeos. Lo que sea con tal de que la ciudad no se estanque en el pasado. No todo han sido parabienes. Tantos años de poder sin alternancia suponen siempre un peligro, incluso para Soria, y el mayor fallo es no haber atajado a tiempo los problemas internos de los trabajadores y trabajadoras del Ayuntamiento. Y hay más, claro, pero no se puede decir que no ha trabajado por Soria, que no lo siga haciendo. Y no creo que se pueda dudar tampoco de que si llegara a gobernar la Junta de Castilla y León, la provincia se vería beneficiada con proyectos que no han llegado por cuestiones partidistas o por el escaso valor de nuestros votos. 
Me decía un amigo periodista de Valladolid que no lo tiene fácil Carlos Martínez. Coincido, pero creo que él lo sabe muy bien. Lo primero, porque tiene que darse a conocer en esta vasta tierra y quitarse de encima la carga 'sanchista' que desde el Partido Popular le han intentado imponer desde el primer día. Segundo, porque tendrá que acertar con un discurso que guste a las minorías, pero que no desprecie a las mayorías. Y tercero, porque necesita un equipo que le arrope, preparado para seguirle el ritmo y de plena confianza y eso es complicado. Y, lo principal, porque tendrá  que buscar la manera de ilusionar a la ciudadanía para que crea en el futuro de una tierra bastante dormida, con nulo sentido de comunidad. Casi nada.