Loli Escribano

SIN RED

Loli Escribano

Periodista


Dar una vuelta al Sol

11/04/2025

Se ha puesto de moda utilizar la expresión metafórica «dar una vuelta al Sol» para referirnos a los cumpleaños. No la soporto, lo siento. Y no la soporto, porque al ser repetida por todo el mundo pierde toda originalidad, creatividad y magia. Hace años un amigo artista me enseñaba a distinguir a los que lo son como Goya o Velázquez, precisamente, porque son genuinos, creadores e innovadores en sus técnicas. Los seres humanos somos copiones por naturaleza. No es peyorativo. Una de las formas de aprendizaje es la imitación, lo que nos permite aprender más cosas en menos tiempo. Saber copiar es un arte, aunque a veces, conlleva un riesgo. En mis años universitarios, en un ejercicio de redacción periodística, un compañero copió un artículo con tan mala fortuna que era del padre del profesor. 
Por eso no voy a utilizar lo de la vuelta al Sol, aunque hoy, si me lee usted en viernes, empiezo mi vuelta 54, aunque nosotros no damos la vuelta, es la Tierra la que la da. Decir que damos una vuelta al Sol sería como decir que caminamos a 107.280 kilómetros por hora, que es la velocidad que alcanza el planeta en su viaje alrededor de la estrella. En vez de contar los 930 millones de kilómetros recorridos para llegar de cumple a cumple, yo prefiero contar las cosas que hago por mí misma en esos 365 días: el tiempo que he dedicado a leer, a zampar y engullir chocolate, a añadir y eliminar cancioncillas en Spotify, la cantidad de horas que he reído y llorado (he reído más que llorado, porque me encanta reír) o los cientos de minutos que he dedicado a pensar sobre el concepto, «justicia poética». En el repaso de este cúmulo de actividades y momentos que dan forma a un año de vida, llego a la misma conclusión que en Nochevieja, que no he cumplido los propósitos que me había propuesto en el cumple anterior. Mi propósito para mis próximos doce meses va a ser no tener propósitos. Así, seguro que cumpliré. No creo que se acabe el mundo por no tener propósitos, aunque tal y como está la política internacional, esto pega un petardazo en cualquier momento. Me viene a la memoria un artículo que publicó hace unos días mi amigo, Guillermo Delgado, titulado, «kit de emergencia». Decía que si se va a acabar el mundo, en vez de que nos alcance preparados con el kit de ser autosuficientes durante al menos 72 horas, mejor «que nos pille en la casa de la mujer a la que amamos, con una botella de vino, una canción para bailar descalzos, un libro en la mesilla para soñar…». Un fin del mundo maravilloso en el que no hace falta ni la navaja suiza ni la linterna a pilas. Ya puestos a preparar kits, habría que preparar uno para sobrevivir a las majaderías del Presidente de EEUU, otro para sobrevivir en Soria sin tren y sin puentes (y sin Puente). Y otro más para sobrevivir al mal tiempo en Semana Santa que parece va a ser fresquito y lluvioso en Soria.