En apenas dos semanas se han sumado dos noticias políticas de importante calado para los sorianos. Por una parte y con un alcance global, el regreso al poder de un Donald Trump cuyos desvaríos y ajustes de cuentas van a afectarnos a casi todos, los nuevos aranceles y las continuas trabas, más pronto que tarde afectarán a nuestra economía; y por otra, la futura marcha del que ha sido alcalde de Soria desde 2007 a Valladolid con su nuevo nombramiento como secretario general del PSOE de Castilla y León.
Aunque ambas noticias son importantes, es la segunda la que más nos interesa a los sorianos, tanto a los que vivimos en la capital como los que lo hacen en la provincia, pues la relación entre la capital y los pueblos, salvo contadas excepciones, es notoria y continuada. No tanto por que se marcha una figura clave en el gobierno municipal, cinco legislaturas como alcalde son sintomáticas de lo que ha representado y sigue representando Carlos Martínez para los habitantes de Soria, sino por lo que puede suponer a nivel regional.
No nos engañemos, Soria sigue siendo una provincia que apenas cuenta en Castilla y León, curiosamente algo de lo que se quejan algunas provincias más y nuestra escasa población no augura que el futuro las cosas cambien. Una región tan extensa y con tantas carencias conlleva además de la falta de recursos, la centralización en los grandes núcleos de población y el abandono económico y empresarial de los más pequeños.
Guste más a unos que a otros y tenga detractores de su gestión, lo que nadie le puede negar a Carlos Martínez es que ha dado un importante lavado de cara a nuestra ciudad. Sí, es cierto que las obras actuales parecen no tener fin, que el tráfico se ha vuelto complicado, pero también que tenemos una ciudad más atractiva, más cómoda para pasear y con un motor cultural que para sí quisieran ciudades de mayor tamaño. Y claro, ahora, cuando aún vemos muchas cosas sin finalizar, muchos se pregunta qué es lo que va a pasar ahora. En nuestra ciudad la incógnita es quién sucederá a Carlos, que no se nos olvide que tras un buen líder-gestor es necesario un buen equipo y no todo se marchará a Valladolid y qué ocurrirá en la gestión regional.
Está claro que Carlos Martínez, y con él el PSOE, no lo tiene fácil, desde Soria no sabemos lo que representa a nivel autonómico y si su partido será capaz de desbancar a los Populares del gobierno, pero sí conocemos su tesón y el amor por su tierra, la cercanía a la hora de tratar con la ciudadanía y la atención que pone ante sus problemas.
Fue procurador por Soria en las Cortes de Castilla y León y eso le hizo, sin duda alguna, adquirir un conocimiento de lo que es Castilla y León; además sabe los problemas que arrastran las ciudades pequeñas y lo que importan el mundo rural en nuestra tierra. Soria es su ciudad y siempre va a estar presente, pero está claro que la legislatura actual está llena de incógnitas que nadie sabe cuándo ni cómo va a finalizar; y si los cargos que ahora ostenta van a lograr que mantenga el pulso fuerte en ambos.