José Luis Bravo

SOPA DE GUINDILLAS

José Luis Bravo

Periodista


Metamorfosis rural

26/01/2025

Renuncié, hace mucho, a la tradición periodística de proponer a los notables de nuestra sociedad que expresaran sus deseos y propuestas cada principio de año. Siempre era lo mismo, o casi, y además 365 días después la evaluación de los resultados no podía resultar más frustrante. Ahora soy más partidario de ver la evolución de la sociedad en todas sus facetas, economía, infraestructuras, demografía…y especular con lo que puede ocurrir a corto o medio plazo en Soria. Algunas conclusiones voy sacando y el tiempo dirá si doy en la diana y este convulso mundo en el que nos movemos da algún giro radical que haga fracasar mis augurios.
Me gusta dar vueltas por el territorio provincial y ahora dispongo de tiempo para hacerlo. Tengo, además, el compromiso de proponer rutas cada semana en Onda Cero y no es cuestión de hacerlo de oídas. Hay que ir.  Lo más habitual en estas fechas, y entre semana, es no toparse con más de dos o tres personas, a menudo ninguna, en algunas localidades. No hay actividad agrícola apenas, tampoco turística y encima hace frío. Si hay residentes, están en su casa. Recorrer las calles resulta incluso fantasmal. Pero algo nos cuenta un breve paseo por estos lugares. Una gran parte de estas aldeas está bien cuidada, pavimentada, limpia y con muchas casas rehabilitadas. Eso sí, ventanas cerradas y en las puertas el tradicional verteaguas. Se han convertido en residencias ocasionales. Supongo que la mayoría de sus ocupantes son hijos del pueblo o sus descendientes. Y algún que otro bohemio llegado de cualquier parte que huye, decepcionado y a contracorriente, del mundanal ruido.
Los más grandes de estos núcleos urbanos, sobre todo si tienen ingresos jugosos como los que propician los parques eólicos, se dotan además de ciertas infraestructuras, como polideportivos, columpios o piscinas que me permiten pronosticar que el futuro está en convertir estas aldeas en una especie de 'resorts' como se dice ahora, a medida de los visitantes de verano o fin de semana. No sé si con la intención destacar, o el objetivo de entretenerse durante esos días de asueto, los hay que se entregan al bricolaje y al reciclado de todo tipo de trastos que encuentran en las viejas casas, para componer con ellos esculturas de dudosa calidad artística que reparten por cada hueco que encuentran. Los verán en Aldealseñor, Monteagudo, Santervás del Burgo, Fuentepinilla y no sé cuántos sitios más. Otros pintan murales y todos pretenden con eso darle prestigio y relevancia al pueblo. Puede quedar gracioso pero ya no original y mucho menos ser cimiento para el futuro. Más bien la 'Crónica de una muerte anunciada' como diría García Márquez.