Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Coletazos de la dana

15/02/2025

La investigación para dilucidar las consecuencias de la dana del pasado mes de octubre en Valencia está judicializada en un juzgado de Catarroja, lo que supone que durante un largo espacio de tiempo las noticias acerca de quién, cómo y cuándo se actuó para minimizar sus efectos se irán sucediendo a ritmo vertiginoso y con cada uno de los organismos concernidos intentando sacarse encima las acusaciones que pudieran señalarlos como los responsables de no haber actuado con la diligencia debida.

A estas alturas resulta curioso que el entorno del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, no haya respondido de forma adecuada a las preguntas que suscita su tardanza en ponerse al frente de la gestión de las consecuencias de la dana. Siguiendo el razonamiento de los dirigentes populares que apuntan a que el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, estaría admitiendo su responsabilidad al haber borrado los chats sobre la presunta filtración de los datos del novio de Ayuso, podría afirmarse que Mazón viene actuando de la misma manera desde el momento en el que se supo de su comida en 'El Ventorro' de la que no ha presentado factura, ni hora de terminación, ni datos fehacientes de lo que hizo en unas horas cruciales para tomar decisiones. Quién nada teme, nada oculta, podría decirse parafraseando a Borja Sémper.

Si a eso se añade que su equipo ha intentado manipular, por la vía de sacar de contexto, las conversaciones entre sus técnicos de emergencia y los de la AEMET sobre los anuncios acerca de las horas en las que se iban a producir las grandes lluvias, y ha dado versiones muy matizables sobre la actuación de la Confederación Hidrográfica del Júcar se puede establecer, utilizando la misma lógica, que Mazón está tergiversando la realidad para evitar sus responsabilidades políticas, lo que lleva haciendo desde el minuto siguiente a la primera reunión con Pedro Sánchez en la que se deshizo en elogios hacia su colaboración.  

Lo que tampoco está claro a estas alturas es si Carlos Mazón se arrepiente de haber nombrado al general en la reserva, Francisco Gan Pampols, vicepresidente de su gobierno encargado de la recuperación social y económica de los territorios afectados por la dana, y de prever que no vuelvan a suceder las consecuencias de fenómenos naturales similares. Algunas actuaciones y declaraciones del general han desatado polémicas en el seno del gobierno valenciano, sobre todo cuando el vicepresidente hace alusión a la necesidad de establecer mecanismos de coordinación con el gobierno central. Cuando la supervivencia política de Mazón está al albur de la forma en la que se realice la reconstrucción de Valencia, lo que menos le interesa es compartir los éxitos que puedan producirse con el Gobierno de Pedro Sánchez.

Si a eso se añade que Gan Pampols, con buen criterio para las necesidades que tiene de cara a la reconstrucción, da por 'bienvenida' la decisión del Ejecutivo de regularizar la situación de 25.000 inmigrantes, cuyos brazos son necesarios para esas labores, lo que está haciendo es poner un aprieto a su propio gobierno que estaba a punto de cerrar un acuerdo con Vox para contar presupuestos autonómicos, mientras que ahora le considera un "infiltrado del traidor Sánchez".   

Al PP le parece bien todo lo que diga, calle o manipule Carlos Mazón, que ha vuelto a ser pillado en un renuncio, y mantiene su respaldo. ¿Hasta cuándo?