José Luis Bravo

SOPA DE GUINDILLAS

José Luis Bravo

Periodista


Soria a contracorriente

03/08/2024

Siempre hay ocasión para aplicar el viejo aforismo 'Dios da pan al que no tiene dientes' a situaciones reales. Alguna tanto que colapsa primeras páginas de los periódicos, o lo que queda de ellos, y el resto de los medios de comunicación o redes sociales que también presumen de serlo. Aunque el rigor les importa un pimiento. Como decía Joaquín Lavado, 'Quino' a través de las viñetas de la inmortal Mafalda «lo malo de las mentes cerradas es que siempre tienen la boca abierta».
Pero a lo que iba; mientras que los pedazos más pobres de la vieja Castilla, añoran la irrupción de opciones de desarrollo que han dado vidilla y cuartos a la otra parte de España, los agraciados por la moda del bronceado, las cañas y los espetos llevan tiempo pidiendo que se organice mejor el asunto del turismo porque están hasta el gorro del sinvivir que supone la presencia de tanto personal de golpe que, dicho sea de paso, anda un poco justito de educación y se cree que todas las playas son Magaluf.En este escenario Soria hace lo que puede para que una parte de los adinerados visitantes se venga a la provincia y la dinamice al menos unas semanas al año. La cuestión es si lo hacemos bien o damos golpes de ciego. Un ejemplo.
Hace unos días, en un dominical de la prensa nacional, Mateu Hernández, de 'Barcelona Turisme' decía: «No queremos crecer más, queremos elegir a quién nos visita». Una bofetada es poco. O sea que se trata de que vengan, supongo, los ricos, se dejen los euros a puñados y de paso hagan pingües donaciones para terminar de una vez la Sagrada Familia. El primer sopapo es por su chulería y el segundo por su desoladora ignorancia. A este gato es muy difícil ponerle un cascabel. Entretanto en Soria atamos los perros con longaniza. Organizamos festivales estupendos, como Enclave de Agua y gratis. Con un par. Luego hacemos la cuenta de la vieja. Falsa como una moneda de cartón, y aseguramos que han venido 35.000 personas. No caben. Pero aunque fuera verdad, ¿cuál es el efecto pretendido y el resultado final? La mayor parte llegan en caravanas o furgonetas,  y los pocos euros que dejan se quedan en los Mercadona y Leclerc. Los hay que vienen a Soria sin conocer siquiera quienes son o qué cantan los grupos invitados. Ellos mismos lo reconocen. Pero hay juerga para jóvenes, y sobre todo para veteranos de los setenta y eso atrae gente.
Pasados los días del 'Enclave' y tras reconocer el mantra de que estas cosas ponen a Soria en el mapa, me pregunto ¿quién y cómo evalúa el impacto económico del evento? Enclave de Agua está muy bien, no lo dudo, pero tampoco que, como activo económico, no tiene un pase. En eso vamos a contracorriente.