José Luis Bravo

SOPA DE GUINDILLAS

José Luis Bravo

Periodista


Sin dormirse en los laureles

09/02/2025

En la provincia de Soria disfrutamos de casi 200.000 hectáreas de superficie  forestal. Para que se hagan una idea los que han tenido la desgracia de ser alumnos de la LOGSE  es como 200.000 estadios de fútbol, pero llenos de árboles que oxigenan nuestra atmósfera y nos regalan, además de gran variedad de hongos riquísimos, unos espacio naturales maravillosos. Esta presentación del escenario viene a cuento de la noticia reciente que leí en este mismo periódico hace una semana y que hacía referencia a la inversión de cuatro millones y medio de euros que la Junta de Castilla y León se gastó el año pasado en los llamados 'trabajos silvícolas' que sobre todo afectan a la limpieza de estas zonas arbóreas. Añade la nota oficial que se ha intervenido en 5.000 hectáreas en unas tareas que sobre todo se aplican a la retirada de esa parte de la vegetación, sobre todo seca o que hace los bosques impenetrables, y que perjudica claramente cualquier proyecto de prevención de incendios.
Me parecen impecables estas iniciativas de la Junta en los montes públicos, pero quizá demasiado escasas si tenemos en cuenta que para llegar a todos los espacios a proteger harían falta cuarenta años en base a esa superficie en la que cada año se trabaja. Muchos me parecen. En especial si constatamos que la humedad es cada vez menor y las temperaturas de verano cada vez más tórridas. Anotemos, sin embargo que, pese a ser el año pasado el más cálido desde hace la tira, Soria ha registrado una cifra casi irrelevante de siniestros por fuego. Tanto en bosques como en otros espacios naturales. Visto así, se diría que podemos mirar relajadamente las imágenes de otros lugares de nuestro país, o peor aún de California o Australia, donde las llamas se convierten en devoradoras no sólo de bosques sino también de ciudades. Ni los incendios, ni las guerras nos asustan cuando las vemos en el Telediario, pero sabemos también que es mejor prevenir que lamentar y dar importancia relativa a lo que se está haciendo, bien hecho sin duda, sin caer en la autocomplacencia a la vista de que las condiciones meteorológicas no tienden a mejorar precisamente en lo que afecta a la cuestión que nos ocupa. A estas alturas de la película casi todo el mundo sabe que el saneado de los bosques los hace, además de más seguros, más fascinantes, algo que, sin duda contribuye también a mantener algunos de los pilares en los que se sustenta el sector turístico de la provincia; el senderismo y la micología.
Insisto. Los datos avalan una buena gestión, pero mis paseos por esos espacios me hacen pensar que podría ser mucho mejor y de paso crear más empleo, que falta nos hace.