Aún no he perdido la capacidad de asombrarme. Espero no perderla nunca, porque si no, estaré muerta. Muerta me quedé cuando me enteré de que la Junta de Castilla y León prohibió un concierto por la paz en Gaza por su «connotación política». Lo organizaba la federación de AMPAS en el conservatorio de Palencia. Connotación política es, precisamente, esa prohibición. Es la Junta la que ha mostrado connotaciones políticas con esa decisión. Ha utilizado un edificio público para hacer gala de su ideario político. Esta noticia saltó a la opinión pública un día después de que yo tuviera la oportunidad de saludar a Enric Auquer, nominado al Goya a mejor actor por 'El maestro que prometió el mar'. Está basada en hechos reales. El maestro, Antoni Benaiges, fue fusilado al inicio de la guerra civil. Su cuerpo nunca apareció. Puede parecer una de tantas películas o una de tantas historias sobre la crudeza del fascismo y del franquismo. Sin embargo, hay algo especial en la mirada de Enric Auquer. Algo que traspasa las conciencias. Este actor no sólo te hace llorar, también te hace pensar. Benaiges pertenecía a la escuela pedagógica del francés Freinet, que apostaba por un alumnado activo, autónomo y creativo. Los niños tenían que ser los autores de su propio aprendizaje. Según avanzaba la película, sentada en mi butaca, Benaiges/Auquer me trajeron a la memoria las Misiones Pedagógicas de la Segunda República, que pretendían universalizar la cultura, elevar el bajo nivel educativo de las clases populares. Auquer me recordaba a Machado y la Institución Libre de Enseñanza: «Allí el maestro un día soñaba un nuevo florecer de España», escribió el poeta para Francisco Giner de los Ríos, el fundador de la ILE que planteaba que la función del maestro es fomentar el encuentro personal de cada niño y sus peculiaridades así como el conocimiento en todos sus ámbitos.
Es obvio que, informe Pisa por delante, la política educativa y generalista de la Junta de Castilla y León está a años luz de esa educación libre, de la cooperación y la investigación del entorno para el aprendizaje infantil. Es obvio, que una vez más, desde ese abuso del poder con el que confunden el poder que les da la democracia, urna y papeleta por delante, quieren imponer su ideario político disfrazado de unas supuestas connotaciones políticas de otros. Pero, queridos alumnos del conservatorio de Palencia, siempre nos quedará Machado, (es lo que tiene ser un adelantado a su tiempo, que nos legó un verso, un ensayo o un artículo para cada ocasión): «Haced política, porque si no la hacéis, alguien la hará por vosotros y probablemente contra vosotros». Si no la habéis visto, id a ver 'El maestro que prometió el mar'. Enric Auquer ganará el Goya y vosotros, queridos niños y niñas, podréis dirimir a quién atribuir las connotaciones políticas.