Vuelvo al socorrido refranero y recurro esta vez a ese que dice 'en boca cerrada no entran moscas'. Señalo como destinatario al presidente de la Diputación Benito Serrano que, tras conocer la decisión del PSOE y de Carlos Martínez, que convierte a éste en secretario general de este partido en Castilla y León y virtual candidato a optar a su presidencia en los próximos comicios, hizo algunas afirmaciones que, como mínimo se pueden calificar de torpes. Leí en la prensa que considera a Martínez Mínguez un pésimo gestor. Por supuesto, está en su derecho de hacer esta afirmación, pero me temo que es como escupir hacia arriba. Encadenar cinco legislaturas, las cuatro últimas con sobradísimas mayorías, pese a los menguantes resultados que su partido está cosechando en la era Sánchez, pone en evidencia a quienes se han desplomado en los sucesivos intentos de hacerse con el poder municipal de la capital. Obviamente la ciudadanía no piensa lo mismo. Ni siquiera muchos de los votantes que pasan del 'puño y la rosa' y optan por la 'gaviota' en las elecciones regionales, nacionales o europeas.
Para rematar su torpeza Serrano añade que confía en que la marcha de ese 'gestor inútil' abra las puertas a su partido para ocupar de nuevo la poltrona capitalina. Es obvia la contradicción. Lo sería también que sus rivales en el municipio de Golmayo dijeran que Benito es mal gestor negando sus evidentes logros en la localidad que preside. Algo tendría cuando le tiraron los tejos varios partidos para que renunciara a su independencia y militara bajo sus siglas. Hizo bien, ya que catastrófica presidencia de Angulo y su sucesora De Gregorio que llegó al cargo tras la torpemente disimulada defenestración de su predecesora,  le llevó a la presidencia de la diputación gracias a los disidentes de la PPSO, ya integrados de nuevo, que secuestraron el sillón presidencial de la provincia al que aspiraba Yolanda que más tarde, además, fue apeada de la jefatura de su partido, también por Serrano. Remataré con un ejemplo. Imaginen al entrenador de un equipo de fútbol que ha disputado muchos partidos con su eterno rival, y los han perdido todos últimamente. Declara en rueda de prensa que, su contrincante es más malo que el sebo y que no tienen ni idea de fútbol pero, de paso, se alegra de que su preparador anuncie que va a fichar por un equipo extranjero, y en la misma convocatoria diga que, ahora sí, podrán optar al campeonato de liga y a la copa del Rey. ¿A qué altura deja a los suyos? A la del barro es poco. 
Volviendo a refranes que me son útiles para aplicar la filosofía popular a mis propias convicciones, me sumo al que dice 'por la boca muere el pez'.