Laura Álvaro

Cariátide

Laura Álvaro

Profesora


San Saturio y el comienzo de curso

06/10/2024

Durante esta semana, la capital está disfrutando de sus queridos festejos patronales. Unas fiestas que, además, recuperan los dos días lectivos de vacaciones, ofreciendo a las y los más pequeños los tradicionales 5 días festivos que no disfrutaba desde antes de la pandemia. Un lujo que permite al colectivo educativo disfrutar de pleno de todas las actividades culturales, deportivas y, sobre todo, infantiles, planeadas para estos días.
No obstante, como todo en la vida, que San Saturio haya vuelto a suponer tres días sin cole tiene su contraprestación: comenzar el curso escolar dos días antes con respecto al resto de la Comunidad Autónoma. Que no nos hubiera supuesto mayor problema si Castilla y León no hubiera comenzado tan pronto las clases: 6 de septiembre (y 4 de septiembre, solo dos días después que el comienzo de docentes, en Soria). Nos convertimos así, junto con el País Vasco, en la región que antes ha comenzado el periodo lectivo de toda España. Sin embargo, la Comunidad Vasca finalizará el curso el 20 de junio, mientras que nosotros nos alargaremos hasta el 23. Eso, por no entrar a comparar los diversos periodos vacacionales que dividen los trimestres, también descompensado.
¿Qué supone esto? Pues, curiosamente, el comienzo de este curso coincidió con la publicación de la noticia recogida en varios medios de comunicación nacionales, en la que, nuevamente, se hacían eco de las bonanzas educativas de nuestra provincia, ya calificada por consenso como la «pequeña Finlandia». Unas bondades que, por otro lado, y analizando con cierta perspectiva la información recogida en los citados reportajes, no deja de tener su lado amargo, porque habla de una cultura del estudio y el esfuerzo académico como recurso para encontrar un futuro menos hostil que el que nos ofrece Soria, su despoblación y su carencia de recursos.
No me atrevería a correlacionar el alto número de días lectivos de la Comunidad Autónoma con el éxito escolar. Sin embargo, la realidad es que el incremento de éstos es la tónica dominante de los últimos tiempos. No obstante, este curso académico ha supuesto un arranque especialmente apresurado, que nos ha hecho recibir al alumnado con las clases semi vacías y mucho trabajo organizativo por hacer. Porque la realidad es que el trabajo de un docente no empieza ni acaba con el timbre escolar, sino que hay mucho más, antes y después de las clases, que es lo que realmente garantiza el éxito de la sesión lectiva. Entender que las y los profes somos capaces de atender al alumnado en condiciones óptimas con sólo dos días de preparación es obviar todo ese esfuerzo ímprobo que realizamos para garantizar la calidad educativa. 
Y es que la infancia se merecían recuperar las fiestas de San Saturio con sus cincos días libres, para poderlas disfrutar en todo su esplendor. Pero también se merecen un centro escolar dispuesto y preparado para recibirles con la dedicación y la organización suficiente para que el proceso de Enseñanza- Aprendizaje pueda desarrollarse de manera exitosa. Y quizás, sólo quizás, no sea tan relevante recuperar esos dos días no lectivos. Al fin y al cabo, nuestros centros educativos ya ostentan los mejores puestos en los ránquines de la enseñanza a nivel mundial.