Si no me falla mi oxidada memoria corría el mes de mayo de 2020, cuando el Tribunal Supremo rechazó el recurso de casación presentado por los ecologistas de ASDEN para frenar la terminación de la denominadas Cúpulas de la Energía, resto monumental a medio hacer de la extinta Ciudad del Medio Ambiente. De entonces a esta parte, y pronto anotaremos cuatro años desde este hito judicial, hemos visto como han vuelto las grúas a alguno de los imponentes módulos de este edificio y hemos fijado también la mirada y sobre todo el oído, en las novedades que pueda haber en cuanto a la instalación de empresas en tan privilegiado y polémico emplazamiento. Algunas tienen nombre, otras, sin embargo, se amparan en la discreción antes de hacer pública su incorporación al complejo garreño.
Corrían las fechas del pasado mes de octubre cuando los medios de comunicación locales recogieron la declaración de responsables del PEMA, Parque Empresarial del Medio Ambiente, en concreto de José Manuel Jimenez, consejero delegado de SOMACYL, Sociedad Publica de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León, en las que aseguraba que este año estarán terminadas las obras en algunas de la 'cúpulas de la energía' y que casi un cuarto de siglo después de que estallara la pirotecnia propagandista de la CMA, algo se recuperaría de los restos del naufragio. Como el estropicio ambiental ya no tiene remedio nos felicitaremos de que algo de provecho pueda derivarse de la fracasada megalomanía de la Junta de Castilla y León de era de Juan Vicente Herrera y del ambicioso criterio de su vicepresidenta, a la que luego echó a los leones, María Jesús Ruiz.
Asegura Jiménez que hay empresas que han adquirido parcelas del PEMA y que una muy destacada ocupará estará en las cúpulas. Era octubre de 2023 insisto y anunciaba que quizá, antes de que acabara, sabríamos el nombre de la misma. Está acabando enero y algo pasa cuando nada pasa. Tiene fundamento que la exitosa energética soriana Solarig, podría estar interesada en ocupar uno de estos emblemáticos edificios. Me da que, tan desesperada está la Junta por alquilar esos locales y maquillar su histórico error, que los alquileres los fija por debajo de los del mercado.
La conclusión, en este breve artículo, es la misma que ya he referido en ocasiones anteriores. Primero se crea el continente y luego ya veremos como apañamos el contenido, algo absurdo si desde el punto de vista arquitectónico se plantea. Excepto los prestigiosos Tuñón y Mansilla, el resto de los profesionales diseñan en función del uso. Vale todo, una empresa chacinera que elabora unos torrenillos excepcionales, ya ha comprado su parcela.