Loli Escribano

SIN RED

Loli Escribano

Periodista


'Inglis pitinglis'

06/12/2024

Cuando yo era pequeña, en este puente de la Inmaculada, en mi casa poníamos el belén y colgábamos espumillones por los marcos de los cuadros y el contorno de la tele. Entonces no le llamábamos el puente de la Constitución. Preámbulo: La Nación española, deseando establecer la justicia, la libertad y la seguridad y promover el bien de cuantos la integran, en uso de su soberanía, proclama su voluntad de... Y después aparecen 169 artículos, cuatro disposiciones adicionales, nueve transitorias, una derogatoria y una final. La Constitución no entró en vigor hasta el 29 de diciembre. Quizás hubiera sido más acertado celebrarla cada 29 de diciembre, pero posiblemente a alguien se le ocurrió que no pillaba bien en el calendario católico, el que se apropió de la fiesta del solsticio de invierno. Quizá ese alguien pensó que era mejor el 6 de diciembre, con la excusa de ensalzar el referéndum, para construir un puentazo como preámbulo, parecido al de la Constitución, a la celebración del nacimiento del niño Jesús. 
Hoy, en el 46 aniversario de la ratificación de la Constitución en referéndum, con el permiso de los jueces, la justicia, a la que se cita en el Preámbulo, brilla por su ausencia. El lawfare se ha convertido en el pan nuestro de cada día. La RAE no reconoce este anglicismo. Recomienda que utilicemos expresiones como «persecución judicial», «instrumentalización de la Justicia» o «judicialización de la política». O sea, la abreviatura de «político que utiliza el sistema judicial para perseguir y/o destruir a su adversario». Han tenido que pasar 46 años, lawfare mediante, para despertar del letargo y reconocer que lo de la transición ejemplar era una patraña. Que lo de la democracia consolidada, es otra patraña. Y que aunque ya no está Franco abanderando el boicot al inglés con la imposición del francés como asignatura en los colegios y del doblaje de las películas; los españoles seguimos sin dominar el idioma anglosajón. Lo de Pedro Sánchez es una excepción. Ahí está Feijóo, que iba a empezar a estudiar el idioma de 'saquespeare' justo el día que se convocaron las elecciones. Mecachis. Sirvió para regalarnos otra de sus frases míticas: «No pasa nada, hay traductores». Sólo le faltó decir, no pasa nada, tengo Duolingo y ya sé preguntar, ¿inglis pitinglis?
Aunque los españoles no hablamos inglés, opinamos sobre el lawfare, nos hacemos un selfie, nos indigna el bullying, damos like en nuestras redes, enviamos unos cuantos emails diarios o nos compramos unos zapatos fashion. Además, volviendo al inicio navideño, cantamos a lo Mariah Carey, for Christmas is you, porque la primera parte del título, no nos sale y hemos pasado del pero mira cómo beben los peces en el río y del ropopopon de Raphael al Last Christmas de Wham. De aquí a nada, celebramos el Día de Acción de Gracias o Thanksgiving, (zansguivin).